Brian Tack

Ahí yace en el suelo, flébil y derrotado, el raciocinio crítico. No lo abandonamos, hemos decido ignorarlo en remplazo de suposiciones, especulaciones y conjeturas sin base fáctica alguna. 

La desinformación reina en el consciente colectivo, deja permear el criterio sin verificar la validez fáctica se ha convertido en norma. Entonces cabe la pregunta ¿acaso los mecanismos digitales que pretendían informarnos nos han llevado a ser cada vez más compulsivos e incongruentes en nuestros ideales? 

Una sociedad que no invierte en educación termina rezagada, donde el aprovechamiento y el abuso es la expectativa de quienes miran a la política como generación de riqueza y al “pueblo” como “instrumento generador de votos” no como fin de transformación social. “Quien no se educa, lo agarran como rebaño de oveja” 

Agarrados de la mano de la ignorancia y el desdén intelectual ¿porque en el compás cíclico histórico nos observamos ante la merced y servicio de la imperante nesciencia? 

¿Una sociedad inculta? 

¿Una sociedad ignorante? 

¿Una sociedad amoral? 

El globalismo, la interconectividad y lo digital son los nuevos ingredientes del “ser” de la sociedad actual y lastimosamente si nuestras bases como sociedad no están estructuradas de manera que exista un dialogo con propiedad, con fundamento y con base lógica entonces estaremos inexorablemente repulsados por una “crítica vacía”, una sociedad global que nos dejará de lado y una brecha entre grupos sociales cada vez más brutal. 

El enfoque de una sociedad “homogénea” en lo educativo ha sido destrozada por la ineficacia de gobiernos cuyas promesas solo quedaron en saliva y no en letra ni siquiera en acción. La falta de ideación de un sistema unísono y arcaico ha destrozado a varias generaciones de jóvenes y ha lastrado el capital humano de nuestro país. La inteligencia está estrechamente vinculada con las decisiones políticas y la distribución de los escaños políticos dado que primeramente una población determinada con un alto nivel educacional tiene mayor capacidad de reconocimiento de preposiciones ilógicas, propuestas con bajo nivel de ejecutividad y de modelos populistas con el afán de buscar voto. En segundo lugar, poblaciones con mayor nivel educacional y cultural tienen una mayor determinación sobre las políticas que deben ponerse en ejecución y la dirección y forma que estas deben formar. En tercer lugar, naturalmente en grupo de poblaciones donde existe un mayor nivel educativo, es lógico pensar que esto moldea la calidad de los dirigentes políticos y de los candidatos que rodean dichas comunidades. 

En un artículo denominado “Government size, intelligence and life satisfaction” de la revista “Inteligencia” expresa el siguiente argumento:  

“La inteligencia, la educación y el conocimiento 'amplían la perspectiva del hombre, le permiten comprender la necesidad de normas de tolerancia, le impiden adherirse a doctrinas extremistas y aumentan su capacidad para tomar decisiones electorales racionales' (Lipset, 1960). Como resultado, 'un control [político y social] más estricto podría restringir el impacto perjudicial de los burócratas, conducir a ganancias de eficiencia y aumentar la felicidad de las personas' (Bjørnskov, Dreher, & Fischer, 2007, pp.270-271). Por lo tanto, en las naciones de alto coeficiente intelectual, las políticas públicas están más en consonancia con las preferencias de los votantes.” (La traducción es nuestra”) 

Sin una política sería de Estado dirigida a renovar exponencialmente el sistema educativo público de manera que responda a las circunstancias sociales actuales, a las demandas del mercado del Siglo XXI y que sea congruente con las habilidades técnicas que se requieren en el modelo económico que ostentamos, estaremos condenados inherentemente a la demagogia, a la mediocridad y al populismo incesante que estamos sufriendo en la actualidad.    


  "¡Ay de los pueblos gobernados por un Poder que ha de pensar en la conservación propia!"

Jaime Luciano Balmes


Fuentes

Anastassia V. Obydenkova, Raufhon Salahodjaev. Government size, intelligence and life satisfaction, Intelligence, Volumen 61,2017,Págs 85-91


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